Esta
película me ha despertado, como tantas otras veces el cine vuelve a darme ese
mensaje, no sé si alguna vez les ha pasado, uno cambia entorno al cine que
mira, que siente.
Cambio de
planes es una película bellísima con una alta carga emocional y un mensaje más
que propicio para una situación como la que nos presenta. No se dejen guiar por
el destino de nuestro personaje (Antonio) les pido sepan leerlo entre líneas y
notaran como quien menos lo espera, puede ayudarte a cambiar la vida.
Por
vivencias personales se me pidió que no me acercase a esta película, claro que
no podía hacer caso a ese falso llamado, porque simplemente el cine es esa
inexplicable sensación de disfrute y una concocción directa con el uno mismo.
Pero no quiero desviar la crítica, con meros comentarios de un apasionado.
Cambio de
planes es una película formidable tiene todo resuelto y no deja cosa al azar, goza
de un magnifico guion una caracterización de personajes increíbles a demás de un
gran elenco muy multifacético pasando por el Argentino Diego Peretti (Tiempo de
valientes, fuera de juego) , el mexicano Jorge García (conocido por la serie
televisiva Lost ) y el increíble papel de Andoni Hernández con el papel de
Antonio.
La compleja historia
se entrelaza con la sutileza y lo singular, Antonio es un niño con cáncer y
conoce por accidente a Manolo (Peretti), se hacen amigos por accionar del niño
y juntos comienzan a vivir una particular historia de amistad y compañerismo,
también conocerá a la madre de Antonio, quien jugara un papel fundamental en
toda la historia. La vida cotidiana y caótica de Manolo comienza a cambiar a
partir de estas nuevas vivencias y poco a poco descubrirá que se ha perdido de
mucho, por estar pensando en nada, pasado ya por los problemas y nublado en sus
sentimientos.
Es una
historia de amor, un cuento de navidad, es una película romántica con unos
jugosos toques de comedia, de verdad una mescla mágica para dar un final más
que encantador, no por eso menos “real” a la situación.
Tal vez la
obra no se construya con grandes trabajo fotográficos o con muchas puestas de
cámara complejas pero se nutre con un guion y una solides actoral que pocas
películas tienen ya hoy en día. Resulta
demasiado interesante como todas las historias (incluso aquellas que pareciesen
ser olvidadas por momentos del relato), se enmarcan y encajan perfectamente en
el relato. Hay que estar muy atentos a
todos los indicios que nos presenta la película para aquellos a quienes nos
gusta anticipar aunque sea una pisca del final.
Lo que
también sucede aquí es que el mensaje que se busca a través del film es
acompañado de manera pareja con la realización integral, teniendo en cuenta que
un tema tan delicado como este no debe caer en manos de brutos o ignorantes
(por suerte este no es el caso) usted aquí no tendrá por qué preocuparse.
La historia
nos hace subir y bajar, nos hace reír con facilidad y nos hace llorar con aun
más facilidad. Aun así todo encuentra un ritmo muy peculiar sin olvidar el
trasfondo navideño que me parece más que acertado.
Las historias que están basadas en una real,
suelen tener esa magia, porque por más que sepamos que lo que vemos es una
construcción, tenemos la certeza también de que aún quedan cosas buenas en este
mundo, historias por contar, costumbres que esperemos nunca se pierdan y el
cine, como las artes en si, son aquel pequeño refugio contra cada una de esas
pequeñas imperfecciones de lo cotidiano, una vez más me he emocionado y estoy
seguro usted también lo hará al ver esta pequeña obra maestra, sutil y fuerte a
la vez, mágica e imperdible. Sin más que decir (aunque reconozco mucho a
quedado por fuera del análisis) un servidor se despide.Germán Abal.
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